Se suele decir que la vida es dura, pero a veces, afortunadamente la vida se pone de nuestra parte. Qué sencillo parece todo cuando alrededor las cosas fluyen...
Y estos dos últimos cursos la vida me ha regalado mucha suerte.
Suerte de tener unos alumnos con los ojos siempre bien abiertos y sedientos de experiencias.
Suerte porque sus corazones fueran limpios y siempre se guiaran por su buen instinto.
Suerte porque siempre estuvieran dispuestos a recibir un abrazo o un beso.
Suerte porque siempre estaban atentos a si era yo la que necesitaba el abrazo.
Suerte porque tienen una capacidad infinita de perdón.
Suerte porque la vida rebosa por sus cuatro costados.
Suerte porque sus gargantas les permitían reír a carcajadas.
Suerte porque siempre estaban dispuestos a limpiar las lágrimas de otros.
Suerte porque estos niños eran la punta de un iceberg llamado familia.
Suerte porque esas familias son su sustento y su soporte.
Suerte porque esas familias siempre se han dirigido a mí con un respeto exquisito y nunca han dejado de colaborar.
Suerte porque, buscando lo mejor, han hecho lo que estuviera en sus manos para que los niños, razón de ser de nuestro cole y de mi trabajo, aprendan, maduren y se conviertan en adultos respetuosos y capaces de hacer grandes cosas.
Suerte la mía también por haber recalado en este colegio, donde mis compañeros se desviven por hacer lo mejor y hacerlo mejor siempre.
Suerte la que deseo a mis alumnos, mis niños, de los que hoy me despido.
Que seáis muy felices. Que nada os haga caer tan fuerte como para olvidar que lo importante es levantarse. Que seáis fuertes pero sin perder la inocencia ni la sonrisa. Que permanezcáis atentos a los cambios. Que confiéis siempre en vuestra familia. Que sigáis con el corazón tan limpio....
No seré vuestra tutora. Me salgo del camino que tan firme pisáis, pero no me voy lejos. Os sigo viendo. Y ojalá haya dejado en vosotros un buen recuerdo, y una huella que os haga sonreír cuando me recordéis.
Os quiero mucho,
La Profe Elena















4 comentarios:
Suerte la de nuestros niños por haber tenido una tutora que se ha preocupado de ellos y no solo en sus estudios...Que cuando han necesitado un abrazo,un beso o una palabra de ánimo ahí estabas para darselo.
Suerte de familias que te han acompañado y respetado. Y suerte de los niños por encontrarse en tu camino.....
Muchas gracias a las dos.
Suerte la nuestra porque hayas aparecido en el camino de nuestros hijos y les hayas enseñado una forma distinta de aprender, y valores, mucho más importante, para mí, que muchas clases de matemáticas y lengua. Nunca cambies tu forma de educar porque deja huella!! Un abrazo!!
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