En grupos de cuatro, cada alumno tenía cinco fichas. Se trata de jugar con las fichas de dominó como si fueran coches y la plantilla es el aparcamiento. Para poder aparcar una ficha, la suma de sus puntos debe coincidir con el número que indica la casilla del garaje.
Gana aquel que se quede antes sin fichas, o, si están todas las plazas ocupadas, el que menos fichas tenga.
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